viernes, 21 de mayo de 2010

PISANDO FUERTE, 18 AÑOS DESPUES

Desde hace algún tiempo y para darle una sorpresa a mi mujer, tenía compradas dos entradas para el concierto que Alejandro Sanz daba el viernes 14 en Bilbao. Tras un viaje movidito con muy mal tiempo allí estábamos y como no, surgió la conversación de aquellos días, hace ni más ni menos que 18 años, cuando cursando 2º de BUP nuestras vidas se entrelazaron. La historia no deja de ser un poco subrealista, pero por lo menos tiene un final feliz, el mejor de los finales prolongado en el tiempo. Hasta ese curso mi presencia en el instituto había pasado inadvertida, tenia mis amigos y poco más, no era un alumno brillante, ni un guaperas popular, pero eran cosas que no me quitaban el sueño. Fue justo a finales de curso, cuando aquel cantante, con cara de niño se hacía hueco y todas las chicas llenaban sus carpetas con sus fotos del Superpop. No se exactamente quien tubo la feliz idea, pero de repente todas las estudiantes de aquel instituto y limítrofes encontraron un parecido abrumador entre aquel cantante y yo y mis relaciones amorosas subían en bolsa vertiginosamente. En definitiva, todas querían salir conmigo y por supuesto yo quería tema con todas. En poco mas de dos mese tuve tantas novias que perdía la cuenta y cada fin de semana me volvía a enamorar, de otra claro, mis amigos alucinaban y mis resultados académicos en caída libre se veían suplidos por un vaivén sentimental digno de culebrón. Pero de repente apareció ella, una chica en la que siempre me había fijado, pero que sencillamente hasta esos momentos no estaba a mi alcance y en medio de todos me lancé, al principio a ella le llamó la atención mi decisión y desparpajo y es que llevaba meses en que nadie me decía no a nada, pero poco a poco nuestra relación se afianzó y los asuntos que hasta el momento teníamos con terceras personas desaparecieron. Acabado el curso, aquel mismo verano, llegó a la ciudad aquel cantante y aunque hubiera habido una lucha fratricida por ir conmigo al concierto, yo fui con ella y todas las dudas se despejaron y mucha gente me dejó incluso de hablar, pero yo ya tenía lo que quería y simplemente lo demás no me importaba. Dieciocho años después, solo puedo decir que esa elección fue como si me hubiera tocado la lotería. De aquellos efluvios de testosterona, nació la más preciosa de las historias de amor, que me ha dado dos hijos preciosos y los mejores momentos de mi vida. Aquella chica que me conquistó, resultó ser la mujer más luchadora, tenaz e impresionante que haya conocido. De nadie nunca me ha sorprendido la capacidad de trabajo, sacrificio y generosidad más que de ella. No se merece vivir una segunda experiencia con la ELA y aunque yo le ofrecí la posibilidad de separar nuestros caminos, ella lo rechazo volverá a mirar a la cara e esta enfermedad, como día a día lo hace con su madre. Si tuviera que enumerar los momentos vividos estaría escribiendo toda la vida y lejos de lo que significa la palabra matrimonio, hemos sabido soportarnos en los malos momentos y amarnos profundamente en los buenos, que son con los que realmente te quedas. No voy a seguir hablando de ella, porque no quiero que piense que no me atrevo a decírselo a la cara y es que con Mónica ya solo me hace falta mirarla a los ojos para decirle todo lo que siento, algo que se aprende con los años de convivencia. Solo y aunque me cueste, agradecer al señor Alejandro Sanz que haya seguido "Pisando Fuerte".
Un abrazo a todos los que leéis este blog, que se que cada vez sois mas, os invito a escribir comentarios, jocosos también...

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